Importancia ecológica y socioeconómica a nivel regional y nacional de los bosques tropicales y la biodiversidad asociada.
El trabajo en estas áreas críticas cumple con las políticas y estrategias nacionales e institucionales, según lo determinado por el Gobierno de Guatemala dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP).
Con énfasis en el Parque Nacional Lacandón; la Zona de Uso Múltiple, que incluye las concesiones forestales comunitarias y los corredores biológicos, y los esfuerzos de conservación en la sección este del Parque Nacional de la Laguna del Tigre, que incluye el área de protección especial.
Abarca de manera focalizada la región comprendida entre los grupos volcánicos que se extienden desde el Parque Nacional del Volcán Pacaya y la Reserva Forestal Alux hasta el Volcán Tacaná, desde las cumbres hasta las tierras bajas, y la Reserva de Uso Múltiple de la Cuenca del Lago de Atitlán.
Con enfoque en el Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic, el ecosistema de matorrales espinosos del Motagua y el área dentro y alrededor del Golfo de Honduras, incluyendo las áreas protegidas de las cuencas que desembocan en el Caribe.
Las actividades de conservación están enfocadas específicamente en las siguientes especies prioritarias de fauna y sus hábitat: Hyla perkinsi (Ranita de árbol), Bradytriton silus (salamandra de la finca chiblac), Bolitiglosa jacksoni (salamandra trepadora), Ptychohyla macrotympanum (rana de bosque de pino), Hyla dendrophasma, según lo determinado por la Alianza Cero Extinción (AZE, por sus siglas en inglés). Dichas especies se localizan en la región de Todos Santos Cuchumatán, Cruz Maltín, Magdalena Pepajau y otras áreas. En general, las cuatro regiones son excepcionales por sus bosques tropicales, su biodiversidad y los beneficios que sus recursos naturales brindan en términos de bienes y servicios a las comunidades que habitan las áreas y la región.